La terrible pandemia del covid-19 afectó todos los aspectos de la vida de las personas a nivel mundial y la educación por supuesto mo escapó de ello, el mundo se tuvo que modificar y las clases de nuestros hijos e hijas también.
Después de haber vivido el ambiente escolar tradicional en la cual los estudiantes acudían a una infraestructura con salones de clases, sitios especializados para el aprendizaje, salas de computación e incluso espacios de recreación, pasamos a vivir lo que llamamos «contacto cero» y es que la pandemia nos alejó y en cierto modo nos dividió generando que buscáramos otros métodos de hacer las cosas y el contacto personal se redujo completamente.
En cuanto la área educativa justamente se eliminaron las escuelas y se tuvieron que implementar las clases vía internet naciendo así la figura de aulas virtuales.
La pregunta es: ¿pueden nuestros hijos, nuestras hijas, nuestros niños, niñas, adolescentes jóvenes en edad escolar aprender realmente con esta nueva modalidad?
Esta pregunta se la hacen a menudo muchos padres y representantes y es tema de preocupación ya que en las aulas físicas los docentes tenían la posibilidad de evaluar a sus alumnos de forma directa, al mismo tiempo que los alumnos podían interactuar con el docente y entre compañeros.
Por supuesto a través de las aulas virtuales se puede interactuar pero no se puede tener el contacto físico lo que muchas veces supone una desventaja, sin embargo no saquemos conclusiones antes de tiempo y sigamos ahondando en el tema.
La verdad es que las clases virtuales se adaptan muy bien a las nuevas generaciones puesto que estas nacieron justamente en el auge de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s) y están sumamente familiarizados con los teléfonos, las computadoras, entre otros equipos tecnológicos.
Entonces queda claro que esta herramienta brinda ventajas para el aprendizaje y el desarrollo integral académico, sin embargo debemos recordar qué no podemos dejar a los estudiantes solo bajo la orientación de maestros virtuales, sino que debemos acompañarlos permanentemente en sus hogares.
También es importante resaltar que los conocimientos académicos no lo son todo, la práctica también es muy significativa a la hora de prepararse y formarse. La teoría es importante pero no suficiente, la combinación de las dos harán realmente una sinergia que conlleve a su hijo al éxito.
A continuación les daremos un ejemplo para ilustrar mejor este punto.
Cuando usted necesita hacer algo en su casa, como por ejemplo instalar una cerradura, o cambiar un interruptor inteligente, lo primero que la generalmente suele hacer es buscar «la teoría» en internet, ver los diversos modelos que existen y familiarizarse con los términos y con la instalación de dicho equipo o instrumento, sin embargo en un segundo momento casi siempre se suele buscar a un cerrajero experto en el área para dejar ese asunto en manos de un profesional y garantizar la eficacia en la labor, puesto que una cosa es la teoría y otra muy distinta la práctica.
Es por esto que todo se trata de un complemento, una sinergia o una articulación, por su puesto que las aulas virtuales son muy eficientes en la formación académica pero siempre se debe complementar con la educación en el hogar.