En 2006 se desenterró un fósil de una isla helada en lo alto del Ártico. Con 13 metros de largo y unas 40 toneladas de peso, se trataba de un colosal reptil marino, dos veces más grande que la mayoría de los depredadores oceánicos.
Se trataba del Depredador X (bautizado como Pliosaurus funkei), el reptil marino más poderoso que se ha descubierto. Sólo su cráneo era casi dos veces más grande que el de un Tyrannosaurus rex, y su fuerza de mordida no tenía parangón con nada del Jurásico.
En 2019 paleontólogos de Polonia han desenterrado recientemente las mandíbulas y los dientes de otro pliosaurio, confirmando así sus gigantescas proporciones.

Depredador tope del Jurásico
Los pliosaurios, los mayores depredadores oceánicos del Jurásico, vivieron hace unos 150 millones de años. El último descubrimiento de fósiles de estos enormes carnívoros fue en un campo de maíz de la localidad polaca de Krzyżanowice.
Pero no estaba solo, sino acompañado de varios cientos de huesos de parientes del cocodrilo, antiguas tortugas y plesiosaurios de cuello largo. Estos último son primos de los pliosaurios según un nuevo estudio. Sólo se han encontrado fósiles de pliosaurios del Jurásico en unos pocos países europeos.
Los pliosaurios convivieron con los dinosaurios (aunque no con el T. rex, que no apareció hasta hace entre 70 y 65 millones de años, durante el Cretácico). Medían más de 10 metros de longitud y podían pesar hasta varias decenas de toneladas.
El mayor de una casta de gigantes
Los pliosaurios tenían cráneos poderosos y grandes y mandíbulas masivas con dientes grandes y afilados. Sus extremidades tenían forma de aletas.
A diferencia de los plesiosaurios, con sus cuellos largos y gráciles y cabezas pequeñas, los pliosaurios tenían cabezas enormes. Esto requería el sostén de gruesos y poderosos músculos en el cuello que también les ayudaban a aplastar los huesos de las presas grandes.
El mayor de esta casta de gigantes, el Pliosaurus funkei, tenía un cráneo de 2 metros de largo y una mordida que se calcula que era cuatro veces más potente que la del T. rex.
Según los autores del estudio, estos depredadores se encontraban en la cima de la cadena alimentaria en sus ecosistemas marinos y se alimentaban de cocodrilos, plesiosaurios, tortugas y peces. Hasta la fecha se han descrito seis especies de pliosaurios.
Depredador X
El Pliosaurus funkei, descubierto en el Ártico, requirió un gran esfuerzo para extraerse y describirse y nombrarse. Hasta recibir su nombre definitivo, en 2012 recibió el apodo temporal de Depredador X, como aún se le conoce.
Durante ocho temporadas, el equipo noruego dirigido por Espen M. Knutsen, Patrick S. Druckenmiller y Jørn H. Hurum excavó en la formación Agardhfjellet, un pequeño rincón de la isla de Spitsbergen, cuando el clima lo permite.
A más de 77° de latitud norte, suele hacer frío y las condiciones de trabajo son difíciles. La conservación de los huesos tampoco es la ideal, lo que obligó a solidificarlos con resinas antes de extraerlos del suelo helado.
Más de 20.000 fragmentos se han ensamblado y están exhibidos en el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oslo. Fue nombrado Pliosaurus funkei para recordar el nombre de las dos personas que descubrieron el primer hueso, Bjorn Funke y su esposa May-Liss Knusten Funke.
¿Fue el más grande de los más grandes? No hay seguridad. Hay competencia con el liopleurodon, otro pliosaurio, cuya longitud se estima en unos 15 metros, pero sin mucha certeza.